¿Cómo almacenar velas aromáticas?

¡Todos los entusiastas de las velas y las velas estarán de acuerdo en que el apetito por nuevos aromas aumenta al quemarlas! Por lo tanto, después de un tiempo, nuestra colección de velas puede contener muchas velas bellamente perfumadas. Entonces surge la pregunta: ¿cómo almacenar correctamente las velas? Qué hacer con esas velas aromáticas que sólo utilizamos en determinadas épocas del año (normalmente aromas de otoño, por ejemplo). Existen algunas recomendaciones básicas para almacenar velas aromáticas.

¿Cómo almacenar velas aromáticas?

1. En primer lugar, si no vamos a utilizar la vela, asegurarnos de que esté correctamente preparada para su almacenamiento. Recuerde recortar la mecha de la vela a una longitud de aproximadamente 5 mm con un cortamechas.
2. Una vez recortada la mecha, comprobamos si queda alguna impureza en la cera (polvo, restos de mecha, a veces incluso… ¡pequeños insectos!). Si encontramos dicha contaminación, elimínela con cuidado.
3. Una vez recortada la mecha y la vela limpia, podemos cerrar la vela aromática de forma segura utilizando la tapa incluida. Si la vela no tiene tapa, es una buena idea envolver la parte superior con, por ejemplo, una bolsa de plástico mientras guarda la vela. ¿Qué nos aporta esto? Al cerrar la vela, podemos limitar hasta cierto punto la difusión innecesaria de fragancias.
4. Hablando de difusión de fragancias, cuanto más cálida es, mayor es. Por eso, guardamos las velas aromáticas grandes y pequeñas en un lugar fresco y seco. Guardar en un lugar seco también es muy importante en el caso de las velas tradicionales o sin tapa. Las propiedades de la vela se deterioran bajo la influencia de la humedad y, en el peor de los casos, es posible que la mecha no quiera encenderse.
5. Es una buena idea guardar las velas en un lugar con sombra, lejos de la luz solar directa. Gracias a esto, la vela no cambiará de color ni se deformará. Siempre guardamos las velas en posición vertical por el mismo motivo.